Padre de bondad, Padre de amor, te bendigo,
te alabo y te doy gracias porque por amor nos diste a Jesús.
Gracias Padre porque a la luz de tu Espíritu comprendemos que Él es la luz,
la verdad y el Buen Pastor,
que ha venido para que tengamos vida y la tengamos en abundancia.
Hoy Padre quiero presentarte a… Tú lo(a) conoces por su nombre.
Te lo (a) presento, Señor, para que tu pongas tus ojos de Padre amoroso en su vida.
Tú conoces su corazón y conoces las heridas de su historia.
Tú conoces todo lo que él (ella) ha querido hacer y no lo ha hecho.
Conoces también lo que hizo o le hicieron lastimándolo (a).
Tú conoces sus limitaciones, errores y su pecado.
Conoces los traumas y complejos de su vida.