Solo abrir los ojos, he sentido un fuerte dolor que oprimía mi pecho y entendí que me estaba faltando algo más que lo necesario para cubrir mis necesidades materiales, hoy se cumplen 2 años de tu viaje antes anunciado, marchaste de este mundo y no me he podido acostumbrar a tu ausencia, debería existir un manual de instrucciones para aprender a recuperar la vida después de una dolorosa partida como lo ha sido la tuya, el tener que dejarte ir sin hacer más que desearte lo mejor aquí o en otro lugar donde estés.
El corazón no puede hablar pero se comunica con muy claro lenguaje con las lágrimas que brotan de nuestros ojos para demostrar el inmenso dolor que en él se alberga. Una madre no ausenta por cualquier cosa y cuando lo hace, sobradas razones tendrá, en tu caso no hiciste más que atender a un llamado del cielo que no te dejaba más alternativa que obedecer en respeto a las leyes de la vida.
Fuiste y siempre serás mi primer pensamiento, mi orgullo y admiración, mi ejemplo y no creas que he pasado de tus consejos al contrario, en tu memoria trato de cada día parecerme más a ti aunque con poco éxito, porque me demostraste una valía indescriptible . Siempre te amaré madre y espero un día volverte a abrazar y contarte cosas que sucedieran en mi vida después de tu partida, porque de antes de ello poca cosa se me habría olvidado.
Años han pasado y parece que fuera ayer cuando he tenido que afrontar esa terrible angustia que nos deja el perder a una madre, de seguro estarás muy bien y me alegra bastante porque eso me invita a luchar por seguir adelante imaginando que desde arriba observas todos mis pasos y deseo estés orgullosa de mi o que al menos me comprendas, echo de menos tus palabras de motivación, de invitación a seguir adelante sin desmayar, el reproche te acompañó para dirigir nuestros caminos cuando niños pero ya de adultos dabas consejos siempre con amor y eso lo añoro hoy más que nunca.